Respuesta:
Los sentimientos son parte de cada uno de nosotros y de diferente forma siempre los estamos expresando. Tal vez lo que no se logre ver en este caso sean sentimientos de afecto. Esto obedece a experiencias vividas en la infancia y adolescencia especialmente, pero también pueden ser en cualquier momento de la vida. Un hijo aprende a expresar de la misma forma que ha visto a sus padres o adultos significativos. La razón entonces está al interior de la propia familia y es importante hacer un autoanálisis para buscar la forma de apoyar al niño en resignificar los lazos de afectividad.